Debemos de cuidarnos, no sólo de quien nos arañe la cara, sino también de aquel que nos ofrezca lamernos las heridas. La sinceridad y confianza absoluta, entre dos seres humanos, no podrá nunca ser confirmada hasta que uno de los dos ha partido al cementerio y no ha tenido tiempo de fallar.
25 años no son suficientes para tener toda la experiencia que los años puedan concederle a una persona, pero si lo son para aprender a dudar y pensarlo dos veces.
Siempre creemos que con el o la siguiente será diferente, pero el detalle es que siempre ha de existir un siguiente, porque el pasado siguiente no fue diferente. (Que trabalenguas..:s)
Esto no lo digo en el pleno escenario amoroso. Estas líneas son motivadas por asuntos laborales y de "amistad".
Ya mis lágrimas no son tan curiosas como antes, más siento que se quedan atoradas en mí y se solidifican, quizás eso es lo que me hace sentir ese nudo en la garganta y una roca en el pecho.
Trato de verlo todo como lecciones de vida, impartidas bajo instrucciones de Dios. Pienso que el quiere hacerme fuerte y experta para vivir y recibir luego una recompensa. Yo esperaré mi turno.
Pero de algo si me estoy convenciendo y no porque en algún momento lo dudara:
Los únicos seres en este mundo que nunca me han fallado y se que nunca lo harán son: Dios y mí querida madre. Después todo lo demás es pura...fantasía.
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