Siempre me he sentido orgullosa de mi enllave con Dios. Me ha dado una maravillosa y sana familia, estupendos amigos, trabajo cuando lo he necesitado y diversión cuando la he requerido. En el amor...he amado intensamente y sí he llorado me ha sido recompensado con momentos de inmensa alegría. Hoy es uno de esos días en los que me siento ser una hija favorita de mi Papá Dios. Tengo un amor...y veo un maravilloso porvenir a su lado. ¿Puedo pedir más? Pues creo que no. Tengo todo lo antes dicho. Con eso me basta. Sólo me queda agradecer cada segundo de mi vida... Gracias Jehová por tus bendiciones.
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