
No sabía por qué él quería verla, tenían tanto tiempo sin hablarse, sin saber el uno del otro. Incluso no la había llamado para su cumpleaños ni ella lo llamó cuando supo que lo habían ascendido en su trabajo.
Olvídate de mí fueron las últimas palabras que escuchó de él desde hacía ya 3 meses. Hasta hace tres días, que el llamó a su celular. Cuando escuchó la canción “bésame mucho”, tono especial que le había puesto y que como nunca más ella había vuelto a recibir llamadas de él, se le había olvidado quitar. Cuando la escuchó no daba crédito a su oído, pensó: ¡No! Seguro alguien más en la oficina tiene ese timbre, pero cuando revisó, pues se dijo: “déjame ver aunque sé que no es él”. Se sorprendió con que era él… sí, era él, él la estaba llamando… él su amado. Sí, porque aunque tenía tiempo sin saber de él, aunque él había lastimado y herido profundamente en su orgullo, amor y confianza, aun así lo seguía amando como el primer día.
– Sí, buenas-dijo- tratando de disimular su temblorosa y emocionada voz .
-Hola Susana, es Alberto, ¿como estas? - preguntó- Pero ella no respondió inmediatamente, durante 4 ó 5 segundos se quedó pensando, me llamó Susana, Susana y no Sussy como antes me decía. Recobró la compostura y dijo:
-Hola Susana, es Alberto, ¿como estas? - preguntó- Pero ella no respondió inmediatamente, durante 4 ó 5 segundos se quedó pensando, me llamó Susana, Susana y no Sussy como antes me decía. Recobró la compostura y dijo:
-¡Ah!..Alberto muy bien gracias, perdona es que como he cambiado de móvil, no tengo tu número, por eso no supe que eras tú.-Mentía- dime ¿en que puedo ayudarte?
-Ok, no hay problema, es que quería saber si no te opondrías a que nos viéramos este sábado, tengo algo muy importante de que hablarte, algo que desde hace tiempo pensaba hacer pero me faltaba el valor para llamarte…dime ¿nos vemos?
-Ah…bueno…el sábado…déjame pensarlo…mmm…ok, no recuerdo tener ningún compromiso ese día, sí - respondió calmadamente, aunque por dentro los huesos le palpitaban.-El sábado a las 10:00 en el café de la plaza-“ Ah.. nuestra plaza pensó, donde tantos cafés románticos se habían tomado en las tardes que él la recogía a la universidad.
-Perfecto, nos vemos entonces, bye- contestó él- corto y colgó-clac
-Ok, no hay problema, es que quería saber si no te opondrías a que nos viéramos este sábado, tengo algo muy importante de que hablarte, algo que desde hace tiempo pensaba hacer pero me faltaba el valor para llamarte…dime ¿nos vemos?
-Ah…bueno…el sábado…déjame pensarlo…mmm…ok, no recuerdo tener ningún compromiso ese día, sí - respondió calmadamente, aunque por dentro los huesos le palpitaban.-El sábado a las 10:00 en el café de la plaza-“ Ah.. nuestra plaza pensó, donde tantos cafés románticos se habían tomado en las tardes que él la recogía a la universidad.
-Perfecto, nos vemos entonces, bye- contestó él- corto y colgó-clac
Era sábado, y ella iba rumbo hacia el café, después de haberse hecho miles de suposiciones, de haber pedido opinión a sus mejores amigas y de haber soñado 4 veces que era para pedirle perdón y decirle que la amaba. Ahí estaba a dos pasos del café, lo veía desde lejos sentado, ansioso, mirando el reloj, como si ya hubiera algún retraso, pero incluso faltaban 15 minutos paras las 10:00.
-Hola ¿ como estas Alberto?- dijo ella, al tiempo que él se ponía en pie, se aproximaba a ella para saludarla con un beso en la mejilla mientras respondía:- bien Sussy, y ahora mejor que te veo- Sussy , la había llamado Sussy de nuevo. Efectivamente, estaba arrepentido, quería regresar…síí!! Pero tienes que mantener la calma Susana, no puedes notarte ansiosa…pónsela un poco difícil, pero tú sabes. Todo esto pensó mientras tomaba asiento.
-¿Qué quieres tomar?-preguntó él –yo me estoy tomando un capuchino-sugirió-.
-Ah...pide lo mismo para mí por favor.
-Joven-dijo –mientras hacía un gesto con las manos al mozo-Un capuchino par la joven, por favor.
-Si, respondió el mozo desde lejos con un tono de fastidio.
-Y dime de qué querías hablarme Alberto.
-Bueno…ok…te diré, iré al grano, pensaba platicar un poco contigo antes, ponernos al corriente de nuestras vidas, como hacía tanto tiempo que no hablamos.
-Si, es cierto-dijo ésta mientras se acariciaba el cabello y pensaba: tonta, te ves ansiosa, relájate.
-Pero en fin, el motivo de esta reunión es que…
-Tenga su capuchino, señorita-intervino el mozo-
Que inoportuno- murmuró para sí- Gracias-dijo. Me decías Alberto.
-Te decía que el motivo de esta reunión es que sabes que terminamos en malos términos, cosa que me dolió, ya que eres alguien muy importante para mí
-¿Anja?
-Y yo, la verdad, como te digo, aun sigo pensando que eres alguien muy especial, aunque bastante sensible, por eso he dudado en llamarte para hablar esto contigo…no sabia como podías tomarlo, y pensé que personalmente y no por teléfono, sería más prudente para ambos.
-Síí…
-En fin, quería saber si habría posibilidad de que, cuando te sea posible, me pagues los 40,000.00 pesos que te presté cuando compraste tu carro?
-Ah…era eso-respondió mirando hacia la mesa y vió una mosca flotando en su capuchino.
Continuará...
Plop!!!! ésa si que es una buena historia. PEnsar que los hombres pueden reconocer sus errores y pedir perdon... bueno, eso es ´como pensar en que vas a ganar la lotería.
ResponderEliminarEn fin!... adelante con nuestra vida...
My buena. Espero el próximo capítulo! Ya hice la tarea.
ResponderEliminaresta buena la primera parte, espero la 2da a ve que pasa!
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